Miles de miles de pasos de fe son los que van en el camino hacia la Basílica de Cartago, para rendirse en agradecimiento por un milagro, en súplica de intercesión por uno, por cumplimiento de una promesa, o tan solo como acto de fe y amor en la celebración a la Virgen de los Angeles.
Fue un 02 de agosto de 1965 cuando la joven Juana Pereira, habitante de Cartago, halló sobre una piedra una pequeña imagen de piedra. Cuenta la historia que se la llevó a su casa y la guardó en una caja, pero el siguiente día cuando regresó al mismo sitio volvió a encontrar la imagen, ella creyendo era otra se la llevó a su casa para guardarla junto a la que el día anterior había encontrado, pero al abrir la caja donde la guardó no estaba, así sucedió de igual forma al tercer día…
Ante el asombro acudió al sacerdote de la comunidad dándole la «muñequita», sin embargo volvió a suceder por quita vez, la pequeña imagen volvía a aparecer en el breñal. Al examinarla notaron que era la imagen de la Virgen con un niñpo en brazos. comprendieron así que esa era el lugar donde debía permanecer, construyéndole un ermita, que con el paso de los años se convirtió en la Basílica de la Patrona de Costa Rica, nuestra Señora de los Angeles.
La fe del pueblo costarricense se muestra cada 01 de agosto, donde de todos los lugares de Costa Rica, se cree más de un millón de personas nacionales y extranjeros, acuden en «Romería» hacia donde la Virgen de los Angeles.
Siendo la Asociación Obras del Espíritu Santo un acompañante en el camino, que brinda fuerzas para el alma y el cuerpo de los «romeros» mediante oraciones y conciertos con ministerios musicales religiosos, y un poco de café y galletas para retomar las fuerzas del camino.